El líder de la oposición venezolana apoyado por Estados Unidos, Juan Guaido, pidió el viernes a sus seguidores que salieran a las calles el 1 de mayo para lo que llamó «la marcha más grande en la historia» del país sudamericano para mantener la presión sobre el presidente Nicolás Maduro para que abandone el poder.
Guaido, el jefe de la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, que en enero invocó la Constitución para declararse presidente interino sobre la base de que la reelección de Maduro en 2018 era ilegítima, reiteró su llamamiento a las fuerzas armadas del país para que se pusieran de su parte en la lucha de poder de tres meses.
«Necesitarán escuchar a la gente diciendo: basta», dijo Guaido a una multitud reunida en una plaza en el oriente de Caracas, fijando la fecha de la marcha para el 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores. «Llamamos a todo el pueblo a unirse a la mayor marcha de la historia de Venezuela para exigir el fin de la usurpación para que esta tragedia pueda terminar».
Guaido ha sido reconocido por los Estados Unidos y la mayoría de las naciones occidentales como el líder legítimo del país sudamericano. Maduro mantiene el apoyo de China, Rusia, Turquía e Irán, entre otros países, así como de las instituciones estatales venezolanas, incluyendo las militares.
El país, rico en petróleo, se encuentra en su sexto año de recesión, marcado por la hiperinflación y la escasez de bienes básicos que han provocado la emigración de más de tres millones de personas.
Maduro llama a Guaido un títere estadounidense que busca expulsarlo en un golpe de estado, y culpa de los problemas económicos del país a una «guerra económica» dirigida por Estados Unidos.
Su partido socialista en el poder ha respondido con frecuencia a los llamados de Guaido a protestar en los últimos meses con sus propias marchas simultáneas.
Guaido no especificó el destino final de la manifestación del 1 de mayo. Pero algunos de los asistentes el viernes pidieron sugerencias para que marchen al palacio presidencial de Miraflores.
«No está solo», dijo Ileidi Vargas, una maestra jubilada de 58 años que asistió al mitin de la oposición el viernes. «Cada día avanzamos y no hay vuelta atrás. Puede que no ocurra mañana, pero será pronto».
A pesar de las ofertas de amnistía de Guaido a los miembros del ejército que facilitan la transición, Maduro sigue teniendo el control de las fuerzas armadas y de las funciones cotidianas del gobierno.
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