Veinticinco personas murieron en el oeste de Bolivia cuando el autobús en el que viajaban cayó más de 200 metros (656 pies) por un barranco.
El autobús intentaba adelantar a un camión cuando chocó de frente con otro vehículo y cayó por el acantilado, hiriendo a 24 pasajeros.
La alta velocidad podría haber contribuido al choque el domingo por la noche, hora local.
Los accidentes en las carreteras mal mantenidas de Bolivia causan cientos de muertes cada año.
El autobús, que era operado por una compañía llamada Totai, viajaba desde la capital administrativa del país, La Paz, hasta la ciudad amazónica de Rurrenabaque.
El accidente ocurrió cerca del municipio de Coroico, en una región montañosa.
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Hay por lo menos dos niños entre las víctimas, dijo el jefe de la patrulla de caminos Fernando Rojas. Algunos de los heridos se encuentran en estado crítico en el hospital.
Rojas dijo al diario El Diario que el conductor, que resultó herido en el accidente, había sido imprudente e ignoró las señales en la estrecha carretera.
Los rescatadores usaron una cuerda para bajar por el acantilado y llevaron a las víctimas y sobrevivientes una por una, reportó la agencia de noticias AFP.
En un artículo en Twitter, el presidente Evo Morales instó a los conductores de autobuses a tener más cuidado, diciendo que estaba «muy triste por el terrible accidente».
Unas 1.000 personas mueren y 40.000 resultan heridas en accidentes en las carreteras de Bolivia cada año, según datos oficiales citados por la agencia de noticias Efe.
En enero, 22 personas murieron cuando dos autobuses chocaron cerca de la occidental ciudad de Oruro. En febrero, un autobús y un camión se estrellaron, también cerca de Oruro, matando a 24 personas.
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