Miles de personas han acudido al funeral del ex presidente peruano Alan García, quien se suicidó esta semana.
El Sr. García se pegó un tiro en la cabeza cuando la policía llamó a su puerta para detenerlo bajo sospecha de haber aceptado sobornos de la empresa brasileña Odebrecht.
Su hija leyó su nota de suicidio en el velatorio.
En la carta, el Sr. García declaró que no tenía que sufrir las «injusticias» de ser detenido por presuntos actos de corrupción.
En lo que fue el evento más dramático del escándalo de Odebrecht -una investigación sobre cómo la compañía sobornó a funcionarios o candidatos electorales en toda América Latina a cambio de lucrativos contratos de construcción- el Sr. García terminó su vida el miércoles para evitar ser arrestado.
Escándalo de corrupción de Odebrecht explicado
El enorme escándalo de la corrupción no da señales de disminuir
Amigos, aliados y líderes de todo el espectro político rindieron homenaje a García en la sede de su partido APRA, uno de los partidos políticos más antiguos de América Latina.
También hubo mucha cólera contra el presidente Martín Vizcarra, con algunos gritos de «Vizcarra es un asesino» en el velatorio, en referencia a la afirmación de García de que su procesamiento había sido por motivos políticos.
Al menos ocho personas murieron de camino al funeral cuando el autobús en el que viajaban se estrelló contra un puente.
¿Qué había en la nota?
Durante el velatorio, la hija del ex líder, Luciana García Nores, leyó una carta que su padre había escrito antes de quitarse la vida.
«He visto a otros desfilando esposados guardando su miserable existencia, pero Alan García no tiene que sufrir esas injusticias y circos», escribió en la carta, informa la agencia de noticias Efe.
«Por eso, dejo a mis hijos la dignidad de mis decisiones; a mis colegas, un signo de orgullo. Y mi cadáver como signo de mi desprecio hacia mis adversarios porque ya cumplí la misión que me puse.
«Que Dios, a quien voy con dignidad, proteja a los de buen corazón y a los más humildes.»
¿De qué se acusa al Sr. García?
Los investigadores dicen que aceptó sobornos de Odebrecht durante su segundo mandato, vinculado a un proyecto de construcción de una línea de metro en la capital.
Odebrecht admitió haber pagado casi $30 millones en sobornos en Perú desde 2004.
Pero García sostuvo que fue víctima de persecución política, al escribir en un tweet el martes que no había «ninguna pista o evidencia» en su contra.
En noviembre del año pasado solicitó sin éxito asilo político en Uruguay.
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