Economia

Banco Central de Venezuela liberaliza operaciones de Forex

Escrito por Sofía Carada

Los bancos públicos y privados realizarán operaciones en moneda extranjera a través de «mesas de cambio».

El Banco Central de Venezuela (BCV) anunció el lunes la eliminación de los controles cambiarios y la creación de «mesas de cambio» a cargo de bancos venezolanos.

La resolución del BCV del 2 de mayo establece que el objetivo es «profundizar la liberalización de los controles cambiarios» para «impulsar» la compra y venta de divisas en Venezuela.

Los bancos públicos y privados pueden ahora establecer «mesas de cambio» a través de las cuales las personas, empresas u otros bancos pueden realizar transacciones de divisas. Posteriormente, las instituciones bancarias deben informar al final del día sobre el volumen de transacciones y los tipos de cambio medios.

A continuación, el Banco Central publicará diariamente el tipo de cambio medio comunicado por las diferentes tablas de cambio. Todavía no se han dado a conocer más detalles sobre cómo se regulará la oferta y la demanda de divisas, ni sobre cuándo comenzarán a funcionar las mesas de cambio.

El profesor de economía política y ex ministro venezolano, Luis Salas, dijo a Venezuelanalysis que a pesar de que no hay una explicación oficial del BCV todavía, la medida está en línea con las políticas recientes.

«Los comentarios que hemos escuchado de algunos funcionarios del gobierno están en esta línea de que los controles de cambio fueron hechos para otro contexto y que esta medida impulsará las inversiones extranjeras en el país», explicó.

Si bien la resolución del BCV no hace referencia al DICOM, el sistema cambiario estatal, Salas cree que se volverá «irrelevante».

«Las cantidades que se intercambiaban eran extremadamente bajas, más aún después de las recientes sanciones contra el BCV. Con la competencia de las mesas de cambio, se supone que a partir del próximo mes, se hará aún más irrelevante», agregó Salas.

Salas continuó explicando que el movimiento esencialmente «legaliza» el mercado de intercambio paralelo, que fue despenalizado en agosto. «Históricamente los bancos han sido grandes operadores en el mercado negro de divisas.»

Al tiempo que subrayó que esta medida podría aumentar la «transparencia» de las operaciones de divisas, Salas advirtió que «hay unos pocos actores muy poderosos con capacidad para manipular el tipo de cambio».

El sector petrolero de Venezuela ha sido tradicionalmente la fuente de más del 90 por ciento de las divisas del país, y el sector privado compra dólares estadounidenses al gobierno, a menudo a un costo altamente subsidiado. Una caída continua de los ingresos petroleros, como resultado de la caída de los precios, el deterioro de la infraestructura y las sanciones de EE.UU., ha hecho que el gobierno promueva cada vez más la inversión del sector privado al eliminar los mecanismos de control de divisas establecidos para evitar la fuga de capitales tras el bloqueo petrolero de 2002-2003.

El gobierno venezolano dio a conocer un amplio conjunto de reformas económicas el pasado mes de agosto, que incluyeron una reconversión monetaria, una devaluación de la tasa de cambio de la moneda y la vinculación de la moneda a la criptocodona de Petro. Sin embargo, las medidas no lograron disuadir la hiperinflación, obligando al gobierno a aumentar los salarios mediante la devaluación del tipo de cambio Bolívar-Petro.

El último aumento salarial tuvo lugar antes del 1 de mayo, con el salario mínimo y el bono alimenticio que ahora asciende a 65.000 Bolívares Soberanos (BsS) (aproximadamente 11 dólares a la tasa del mercado negro), frente a unos 20.000 dólares.

El Banco Central de Venezuela cambió de rumbo en diciembre, devaluando agresivamente el bolívar con respecto al dólar en las subastas oficiales de divisas DICOM hasta que superó la tasa del mercado negro a fines de enero, en alrededor de 3.300 BsS por dólar. Ambas tasas se mantuvieron en torno a este valor hasta finales de abril, cuando el mercado negro se disparó y el tipo de cambio oficial siguió su curso, situándose en 5.200 BsS por dólar.

Esta política del BCV, junto con las medidas para restringir la cantidad de bolívares, ha sido reconocida por frenar la espiral inflacionaria de la economía, con una inflación registrada del 18,1 y 44,7 por ciento en marzo y abril, respectivamente, según la comisión de finanzas de la Asamblea Nacional, controlada por la oposición. Venezuela había estado en hiperinflación (inflación mensual superior al 50 por ciento) entre noviembre de 2017 y febrero de 2019. Sin embargo, los economistas han advertido que la reducción de la inflación se ha producido a expensas de la contracción de la demanda, con el riesgo de un estancamiento económico a largo plazo.

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